Cuando hablamos de frutas y su vida útil, siempre surgen dos términos: fruta climatérica y no climatérica. Comprender estas dos categorías y las diferencias entre ellas puede ahorrare dinero y tiempo, ya que puede ayudar a entender cuánto tiempo puede durar la fruta y cómo debe madurar.
¿Qué es la fruta climatérica?
En pocas palabras, la fruta climatérica se refiere a frutas que continúan madurando después de ser recolectadas, mientras que la fruta no climatérica se refiere a frutas que no maduran después de la cosecha.
Las frutas climatéricas suelen tener niveles más altos de etileno cuando están completamente maduras, lo que desencadena el proceso de maduración. Estas frutas seguirán madurando incluso en el árbol o la vid cuando están en su punto máximo y, por lo general, tienen una vida útil más corta.
Ejemplos de frutas climatéricas incluyen plátanos, tomates y aguacates. El etileno liberado por la fruta climatérica desencadena cambios internos dentro de la fruta, como el cambio de color verde a otro color o la pulpa suave a una textura más blanda.
¿Qué es la fruta no climatérica?
A diferencia de las frutas climatéricas, las frutas no climatéricas no producen más etileno después de ser recolectadas, por lo que su proceso de maduración finaliza una vez recolectadas.
Esto significa que estas frutas deben consumirse unos días después de su recolección o refrigerarse para prolongar su vida útil.
Ejemplos de frutas no climatéricas incluyen cerezas, cítricos y uvas. Estos frutos ya están completamente maduros cuando se cosechan, por lo que no requieren mayor maduración.
Fruta climatérica vs no climatérica
Como el proceso de maduración de la fruta climatérica puede continuar incluso fuera del árbol o de la vid, no tienes que preocuparte si compras este tipo de fruta poco madura. Con el tiempo suficiente, alcanzará el nivel de maduración deseado.
Para los frutos no climatéricos es recomendable comprarlos cuando estén maduros o a punto de madurar ya que su proceso de maduración no continúa después de la recolección.
Si bien es fácil suponer que todas las frutas son climatéricas o no climatéricas, algunas frutas se encuentran en la frontera entre estas categorías.
Las fresas, por ejemplo, no producen etileno y a menudo se las considera no climatéricas. Aún así, continúan madurando incluso después de ser recolectadas y, por lo tanto, actúan como frutas climatéricas.
Comprender la diferencia entre fruta climatérica y no climatérica es esencial para asegurarse de disfrutar de la fruta en su punto. Saber qué fruta pertenece a qué categoría te ayudará a decidir cuál es el mejor momento para comprarla, almacenarla y consumirla.
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